27/8/15

MESÓN DEL PINCELÍN, gazpacho manchego en Almansa

gazpacho manchego
El verano ha sido largo y caluroso y ha hecho que con desesperación hayamos buscado lugares con temperaturas más soportables. En una de las escapadas a la costa valenciana, hicimos un poco de turismo interior y nos acercamos hasta el pueblo de Almansa, en Albacete, básicamente con dos excusas, comer en el Mesón del Pincelín y después visitar el castillo de Almansa, para jugar un poco a Juego de Tronos. 

Nuestro anfitrión en Valencia, Berni, es de origen almanseño y adora el Pincelín pues desde su más tierna infancia recuerda haber visitado este restaurante. No llegaba a la altura de la mesa cuando ya le sentaban a comer la típica comida de los domingos almanseños, el gazpacho manchego, y el mismo camarero que le hacía gracias de pequeño ahora le descorcha vinos de la tierra. Me enternece cuando llama para reservar y le dice al camarero que conoce desde su infancia, que por favor le de una mesa que vaya a atender él. Luego pide el mismo menú que pedía su abuelo, y que han comido en este mesón siempre que han venido.

gazpacho manchego

gazpacho manchego

gazpacho manchego

gazpacho manchego


El menú se compuso de las siguientes viandas, que no sé si aliviaron nuestros calores, pero nos hicieron disfrutar de un buen rato:

-Jamón ibérico con pan de cristal (foto 1).

-Ensalada de perdiz en escabeche, un clásico elaborado con la caza de la zona (foto 2).

-Lomo de orza con guarnición de pisto, ajoaceite y patatas panaderas (foto 3).

-Dos gazpachos manchegos (foto 4). El gazpacho manchego bien merece un post en si mismo. Un plato que alimentaba a pastores y que se hacía con lo que se cazaba y tenía a mano. Muy ligero no es, pero reconfortante en el frío invierno si que debía serlo. En la actualidad el gazpacho se sirve sobre una torta sobre la que se vierte el guiso de pasta cortada, y en este caso, caracoles, pollo, conejo y setas. La torta que hace a modo de recipiente no se come en este vuelco, es después de acabar con el guiso, que se prepara con requesón, miel, chocolate o cualquier dulce para acabar la comida (foto 5). Esta preparación la cobran aparte y pedimos una ración de estos rollitos.

-Por último, café y dos postres para compartir entre cuatro, por pura gula: souflé de melocotón (foto 6), que a mi me parece más un pan perdido y un helado de queso manchego (foto 7). 

Acompañamos esta comida superlativa con cervezas, agua y dos botellas de vino de la tierra, Piqueras 100 años y Graciano de Guzque, puro disparate en palabras de nuestro anfitrión. La cuenta ascendió a 192 euros, menos de 50 euros por comensal.

Después, y alegremente nos fuimos a escalar por el castillo de Almansa, y desde la cumbre, Bernardo, gran aficionado a la recreación de batallas de soldaditos de plomo,  como punto y final de la visita, nos narra con todo lujo de detalles la famosa batalla acontecida en estos campos. ¡Genial!


qué ver en Almansa

castillo de Almansa





MESÓN DEL PINCELÍN
Calle Las Norias, 10
02640 Almansa - Albacete - España
Tel.: + 34 967 34 00 07

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