La ciudad está llena de sorpresas. Alguien cuando menos te lo esperas nos deja un regalo, inadvertido, pero si sabes mirar ahí está...
El espectacular graffiti eclipsa cualquier cosa a su paso. La mirada solo tiene ojos para el intenso amarillo y el morado, su color complementario. Pero mirad bien...
No lo habéis visto todavía...
¡Aquí está! Alguien dejó este regalo para nosotros y la prisa y la mirada ausente o distraída nos hizo ignorarlo.
Podeis verlo en el nº 4 de la Calle Tudescos.
Gracias a su anónimo autor.
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