Entre Amalfi y Positano se encuentra Praiano, casi un barrio de las afueras de este último.
Son las fiestas de Ferragosto en toda Italia. Mucha gente que se marchó del pueblo en busca de un mejor medio de vida vuelve para la fiesta grande, a reunirse con sus familias.
Esto se nota en los restaurantes, donde abuelos, nietos e hijos hablan animadamente, muy alto, y comen generosamente, celebrando la ocasión de estar juntos, y con salud para contarla.
Estoy sentada entre esta gente contagiada por su alegría, en un restaurante perdido en la costa de Amalfi, las primeras mesas con vistas al mar y a un esquinado Positano. Pero en la oscuridad, el mar es negro y los pueblos son apenas unas lucecitas, y los faros de los coches son unas minúsculas luciérnagas alumbrando las carreteras. Cuando cae la noche es como si cayera el telón de la función.
Esto hace volverme con más curiosidad a mirar a los lugareños y pedir lo que ellos tienen en sus platos: enormes y crujientes flores de calabacín rellenas de ricotta, fritura de calamares, pasta con mariscos, delicias de limón y vino de la tierra.
Los platos podrían estar mejor presentados, y el escenario diseñado por el mejor decorador, pero al final no hay comida más evocadora que aquella de la infancia, la que tomabas en tu pueblo, con tu familia, en un día de fiesta, en el restaurante de toda la vida, La Strada.LA STRADA
Via G. Caprigione, 178
84010 Praiano - Italia
Tel.: +089 813081
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