Te lleva un poco de tiempo comprender cómo debes moverte por estos parajes. Un coche te parece imprescindible para moverte de pueblo en pueblo, subir a las montañas y ver los valles plagados de terrazas, pero cuando quieres aparcar, te das cuenta que es materialmente imposible encontrar aparcamiento, ni pagándolo a precio de oro. En esos momentos de desesperación lo único que quieres es tirar el coche por el acantilado ¡y a otra cosa!
Bien, el plan era comer en Positano, imposible aparcar, nos acercamos a Amalfi, imposible aparcar. Ya con hambre y desesperados acabamos en Minori, y encontramos hueco. Bien, el pueblo no es que sea de los más bellos, pero ahí estábamos. Buscamos un sitio que nos pareciera aceptable y entramos.
Tan pocas expectativas tenía que ni saqué la cámara. Gran error. Como describir la comida, una sencilla pizza y una berenjena a la parmesana, es como si nunca antes hubiera probado auténtica comida. Los tomates San Marzano, la mozzarella, la albahaca, el aceite, todo era de una intensidad a la que no estoy acostumbrada.
Tuvimos que volver, fue absolutamente necesario. Esta vez para profundizar un poco más y para comprobar si no había sido un caso de hambre desperada. El resultado fue el mismo, comida de la buena:
- Antipasto frutti di Mari (¡casi como si estuviéramos en Cádiz!).
- Berenjena a la parmesana.
- Pizza de pecorino, tomate y albahaca.
- Expresso y limoncello.
Precio de la comida 45 euros, dos personas.
Corso Vittorio Emanuele, 17
84010 Minori-Salerno-Italia
Tel.: +39 089 877050
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